“Venid a mí los cansados y agobiados…”
(Mt 11,25-30).
Como hombres y mujeres de fe necesitamos un tiempo y espacio para orar y reflexionar sobre el tiempo de Cuaresma que se avecina.
Te invito a que te acerques a esta experiencia transformadora que, sin duda alguna, iluminará nuestro camino hacia la Pascua y nos hará crecer espiritualmente.
Como comunidad dispongámonos a renovar nuestra Alianza con el Señor y nuestro compromiso de vivir como hermanos. La Cuaresma es un tiempo precioso para que el Amor de Dios convierta nuestras vidas.
P. José Brutua Murillo.