Adviento 2024: Acompañemos a María y José, Peregrinos de la Esperanza

Descarga el Mensaje del Consejo Nacional de Familia y Vida a las familias panameñas

Queridas familias y comunidad parroquial,

Estamos por comenzar un tiempo muy especial: el Adviento, un camino hacia la Navidad lleno de esperanza, paz, alegría y amor. Este año jubilar nos invita a reflexionar sobre el don de la familia, renovar nuestra fe y preparar nuestros corazones para la llegada del Salvador.

En un mundo agitado por las distracciones y el consumismo, recordemos que el Adviento no es solo un período de espera, sino un llamado a vivir en plenitud nuestra fe. Es un tiempo para reconectar con Dios y con nuestras familias, cultivando la oración, la unidad y la paz en nuestros hogares.

Semana a Semana: Un Camino de Renovación

  • Semana 1: La Esperanza que Renueva Reflexionemos sobre cómo podemos centrar nuestras vidas en Cristo, dejando atrás las distracciones materiales. Busquemos momentos de oración familiar y permitamos que la esperanza ilumine nuestras decisiones.
  • Semana 2: La Paz Interior en un Mundo Fragmentado Abramos nuestros corazones al diálogo y la reconciliación. Jesús nos llama a ser instrumentos de paz, enderezando los caminos torcidos en nuestras vidas y hogares.
  • Semana 3: La Alegría del Encuentro Verdadero En esta semana “Gaudete”, redescubramos la verdadera alegría que proviene del amor y la comunión auténtica. Desconectémonos de las redes sociales para compartir momentos significativos con nuestras familias.
  • Semana 4: El Amor que Sirve Demostremos el amor con acciones concretas, como participar en proyectos comunitarios o apoyar a quienes más lo necesitan. El amor verdadero transforma y une a las familias en un propósito común.

Compromiso Familiar

Cada semana, les invitamos a dedicar un momento especial en familia para leer la Palabra de Dios, reflexionar y orar juntos. Sigamos el ejemplo de María y José, peregrinos de la esperanza, y preparemos nuestros corazones para recibir al Salvador.

Que este tiempo de Adviento sea una oportunidad para crecer como familia, llenándonos del amor y la gracia de Dios. Recordemos que la verdadera celebración no está en los regalos, sino en el amor, la unidad y la fe.

¡Sigamos caminando juntos en sinodalidad como peregrinos de la esperanza!